miércoles, 20 de mayo de 2009

Este mes hay un articulillo mío en El Submarinauta: "Las verdades a medias, y las pastillas de tres en tres", por si os apetece echarle un vistazo (está firmado como Francisco Bernal eh, no como Corcho). Dicho queda-

lunes, 18 de mayo de 2009

LOST!

(valoraciones generales, nada de spoilers)

Hablemos de esta serie. Primero, voy a declararme fan de la misma, en el concepto más puro de la palabra (seguidor incondicional, beato y obediente), pero voy a matizar: no me es posible ser objetivo con ella. Yo, que me considero un tipo con criterio firme y bastante acertado, que me declaro poseedor de ciertas verdades y que disfruto del choque contra otros puntos de vista desde unos cimientos difícilmente quebrantables, no puedo analizar objetivamente esta serie. Probablemente si la analizara le encontraría tantos puntos flacos y pasos en falso que me resultaría difícil seguir viéndola, pero no lo haré. Con Lost pongo el culo (permítaseme la expresión) y que me hagan lo que quieran. Creo que es la única manera sana de ver la serie, si no se es excesivamente ingenuo. Hay que tragarse todos los giros argumentales, todas las respuestas por rebuscadas que sean, hay que tragar con todo.



La serie se apoya en la sorpresa constante, en un "no sé qué coño está pasando" que se estira hasta el final. Si bien los personajes constituyen el verdadero eje de la serie (bien construidos, de evolución contínua y más que correcta, capaces de construir los mejores momentos de la epopeya televisiva), las incógnitas acaban por ser el centro de interés y absorben casi todo el peso. Las respuestas se convierten en nuevas preguntas que van expandiendo un entramado argumental inflado de ciencia ficción y fantasía, cada capítulo es un desafío a la fidelidad del espectador. No entiendo cómo con la season finale de esta quinta temporada que terminó el miércoles pasado (en América, of course, a ver qué seguidor de Lost que se precie de serlo la sigue a ritmo español) se ha acusado a la serie de "sacarse cosas de la manga" o "tirar por derroteros poco verosímiles"... ese es el juego de Lost, construir un mundo en el que prácticamente todo vale, en el que las reglas son volátiles y se esconden de la audiencia. A una temporada de que termine definitivamente (un alivio que tenga final programado, si no no quiero saber hasta dónde podría llegar) estamos con más información que nunca y, aún así, totalmente perdidos. Es droga televisiva pura, sin cortar (bueno, excepto cuando meten mucho relleno), esperando a la dosis de la semana, esperando al siguiente cliffhanger, esperando para meterse en los foros y comentar el capítulo con párrafos repletos de OMGs y WTFs, esquivando los spoilers con una habilidad soviética.

Y es que esa es otra, sin el fenómeno fan la serie no seria lo que es. Encuéntrate un sábado a algún capullo que no conoces de nada con los números 4 8 15 16 23 42 cruzándole la camiseta y a ver si eres capaz de no hacer ni el más mínimo comentario. Es algo que diferencia a las series de ficción actuales de las de antaño. Internet es una herramienta para hacer crecer ese universo (con todas las series pasa, pero en el caso de Lost cobra mayor fuerza) y fomentarlo. Además es un feedback perfectamente funcional, hasta los creadores afirman con orgullo nutrirse de la Lostpedia y actuar muchas veces en consecuencia. Por supuesto el nivel de fanatismo por la serie pasa por proclamarla "la mejor de la historia" o verter juicios dolientes comparándola con Twin Peaks, eso es inevitable.

En fin, que puedo decir misa pero reconozco que soy un adicto, y ahora ocho meses de espera para la recta final. Supongo que alguna otra serie como Battlestar Galactica será mi metadona.



lunes, 11 de mayo de 2009

Cine de culto

culto, ta.

(Del lat. cultus).


7.
m. Admiración afectuosa de que son objeto algunas cosas. Rendir culto a la belleza.

¿Qué demonios es el cine de culto? Una de las preguntas incontestables (y añado: que no merecen la pena tratar de contestar) que asaltan a todo aquel que trata de teorizar sobre este arte. "De culto" es un calificativo creado por aquellos que sienten
necesidad de proclamar que están alejados de la masa. "De culto" en realidad no es un valorativo sobre la película, sino sobre la legión de admiradores que la alza como estandarte. Así pues, la pregunta es incontestable desde el momento en que está mal planteada, ya que no ofrece información relevante sobre la naturaleza de la película (como sí lo hacen otros adjetivos como "clásico", en mayor o menor medida ya que sería otro tema a debatir) sino sobre la gente que la ve, más concretamente los fans.


El término establece inmediatamente una relación entre la obra y su público, siendo este una minoría que se enorgullece de serlo. En casos de películas de culto más masificadas (Star Wars, Blade Runner...), el geek reclamará su independencia frente al gran público llevando su beatificación un paso más allá (club de fans, disfraces, convenciones, camisetas y accesorios, o ediciones especiales limitadas de coleccionista bañadas en fluidos del director si hace falta...) y reafirmándose como los únicos capaces de sentir la película como se merece.

Y ahora bien, si "de culto" es un término artificial y ambiguo debido a sus peculiaridades, ¿cuándo lo adquiere una película concreta? No hay criterios objetivos. Las variables son prácticamente infinitas, según atraigan a esas determinadas minorías. Cada película "de culto" tiene sus características propias, sus propios dogmas. La parte por el todo.

martes, 5 de mayo de 2009

El patetismo continúa asaltando nuestros televisores...

Tal cual me ha hecho llorar rayos catódicos. ¿Es que las televisiones han trazado un plan maestro para acabar con la inteligencia del espectador?